Para siempre (Un pavo rosa: Entreactos)

Hoy os traigo GRATIS el primero de los Entreactos, la nueva remesa de relatos de Un pavo rosa. Estos relatos ahondan un poco más en personajes o situaciones que solo se apuntan en los libros. En este caso, por ejemplo… ¿cómo surgió la amistad entre Álex y Jorge? ¿Y es realmente Nick la primera chica en el corazón de Álex?

Los he llamado «Entreactos», porque están pensados para leerse entre el acto I y el acto II. 🙂 Obviamente, SPOILERS del acto I en todos.

También puedes descargarte este relato en PDF o leerlo en Wattpad.


PARA SIEMPRE

 

1

Jorge no creía en el amor de las películas de Hollywood, pero La boda de mi mejor amigo era una de sus películas favoritas.

No es que le gustaran especialmente las comedias románticas. Esa época ya había pasado. Cuando Álex y él tenían catorce años y la costumbre de ir al cine los viernes había derivado en los recientes Ciclos Oficiales de Cine del Club de los Marginados, Álex insistió en ver una película de amor con Julia Roberts de protagonista.

—¿Ya no quieres ver la cuarta parte de Alien? —se atrevió a quejarse Jorge, no muy convencido con el cartel de colores pastel.

—Claro que sí —aseguró Álex—, pero creo que deberíamos ampliar nuestros horizontes. Siempre vemos películas de acción o de guerra.

—Porque son las que molan —argumentó Migue, que también tenía voz y voto en el comité, algo sorprendido ante la intrusión femenina.

—Queremos algo más realista —se quejó también Cheli, y Jorge se preguntó si la petición de Álex no vendría indirectamente de ella—. No vale que vosotros seáis los que siempre decidís.

—Pero a mí este rollo me aburre. —Migue hizo una mueca.

—Claro, y yo no bostecé en absoluto cuando quedamos para ver La Roca. —Cheli se cruzó de brazos.

Ese fue el primer amago de cisma que detectó Jorge entre los cuatro, aún muy al principio, y por eso se puso rápidamente de parte de Álex y Cheli. Después de todo, no les haría daño ver más películas realistas.

Sin embargo, cuando se sentaron en las butacas de la sala del cine, Jorge sintió el codo de Álex contra el suyo, la miró de reojo y supo que la elección de película no era solo de Cheli. Álex también quería verla, sin duda. Estaba completamente embebida en lo que pasaba, con las palomitas casi cayéndole de los labios, ajena a los ojos que la contemplaban.

La boda de mi mejor amigo era una comedia romántica moderna en la que la chica no se queda con el chico. Julia Roberts y Cameron Diaz estaban muy buenas, y el argumento era divertido, pero no dejaba de ser una película de Hollywood en la que todo el mundo comprende su lugar en el mundo y, al final, hasta el amigo gay coge un avión para que Julia Roberts no se quede sin pareja de baile, porque eso sería lamentable.

Jorge tenía ganas de soltar algún comentario irónico, pero el contacto del brazo de Álex contra el suyo lo dejaba sin fuerzas. Los dedos de Álex le rozaron y, por un instante, Jorge creyó que iban a cogerse de la mano; extendió las puntas de los dedos como tímida invitación y Álex le apretó la mano, o quizás solo tres dedos, no mucho antes de que comenzaran los créditos del final; su palma fría se posó sobre la piel sudorosa de Jorge y ambos juguetearon un poco antes de soltarse.

Desde entonces, La boda de mi mejor amigo fue una de las películas favoritas de Jorge y no se quejó lo más mínimo cuando le arrastraron a ver películas similares con Sandra Bullock, Drew Barrymore o Jennifer Aniston de protagonistas. Tenía la esperanza de que en algún momento sucedería de nuevo lo que había sucedido y que, quizás, en la oscuridad del cine, Álex y él, cogidos de la mano, se fundirían en un beso interminable.

No volvió a suceder, entre otras cosas porque a menudo se sentaba al lado de Migue, que comía palomitas sin cesar, o de Cheli, que se reía de forma explosiva y hacía comentarios para toda la fila. Tampoco volvieron a mencionar el asunto, ni para bien ni para mal. Jorge solo tenía ojos para Álex cuando los tres ya habían salido y se preparaban perezosamente para despedirse y volver a sus casas. Tenía la sensación de que Álex se encerraba en su mente para reflexionar sobre lo que había visto y no dejaba entrar a nadie.

Le gustaba tener nuevos amigos. Le gustaba Migue, su sinceridad y sus locuras. Le gustaba Cheli, siempre llena de energía a pesar de su vena iracunda. Pero, sobre todo, le gustaba Álex, aunque llevara siempre esas greñas y esos pantalones medio rotos, aunque hubiera crecido tanto que estuviese a punto de rebasarlo en altura. La Álex a la que había conocido primero y de la que se había enamorado como un tonto.

Habría visto cualquier comedia romántica una vez más, dos, las que hicieran falta, por volver a observarla con los ojos emocionados como aquella vez en el cine, por volver a sentir la mano de Álex encima de la suya.

Y tenía la esperanza de que, algún día, Álex saldría de sus reflexiones para buscarle. Porque no podía ser que fuera el único que pensara en esos temas. No podía ser el único que se sintiera mareado cada vez que estaba demasiado cerca de ella. Seguro que Álex pensaba en el amor para siempre como él. Solo tenía que esperar.

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Personajes de Un pavo rosa: Nuria

Hablemos de un personaje secundario que sale con cierta frecuencia en los actos I y II. Con vosotros…

Nuria Armentera, alias “la Nuria” o “Furcia Callejera”

  • Fecha de nacimiento: 30 de junio de 1982
  • Lugar de nacimiento: Madrid
  • Altura: 1,65 m
  • Pelo: Castaño
  • Ojos: Verdes
  • Otras características: Pija de corazón, pero el barrio se lo impide
  • Canción favorita: Quit Playin’ Games de BSB
  • Palabras más usadas: Tía, ese chico de ahí, lo dejamos el viernes, has visto eso
  • Orientación sexual: Heteroflexible
  • Fetiche inescapable: Lo peligroso
  • Miedos: No enamorarse nunca
  • Hija de: El comisario Armentera

La princesa está triste… ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa.
(Rafael Alberti)

Nuria Armentera es la hija única del comisario de la policía local de Alcalá de Henares y de un ama de casa que nunca se ha atrevido a decir esta boca es mía. Siempre le han dicho que es guapa, preciosa, divina; siempre ha despertado el interés de los chicos de su edad (y mayores) y las envidias de familiares y compañeras; así que llegar a la adolescencia con esa suerte y ese peso no es ninguna sorpresa para ella.

La vida de Nuria es normal, tan normal que le aburre. A sus dieciséis años, ya ve demasiado y, aunque no todo el mundo lo sepa, no siente lo bastante. Pero el mundo es extraño, y ese aire de indolencia que desprende Nuria es precisamente la clave para que otros la consideren misteriosa y atractiva. Entre otros, su último novio, Miguel Aguado, y su nueva compañera de pupitre, Verónica Harrington, alias Nick.

Nuria camina probándolo todo, explorándolo todo, al ritmo de la música que le gusta en cada momento (el pop, el dance, el techno), procurando no dejar huellas indelebles que la delaten ante los ojos de su padre. Pero hasta ella tiene sus límites… y sus lealtades. Intenta siempre mantenerse a cierta distancia de todos, no porque se considere culpable de nada, sino porque sabe que, a su alrededor, la gente es frágil. Sabe que, haga lo que haga, habrá un sector que siempre la culpe de todo, aunque muchos de ellos sean los que se ofrezcan voluntariamente para el sacrificio.

Quizá por eso, y por inercia, Nuria está acostumbrada a manipular siempre un poco, porque es difícil no manipular a aquellos que quieren ser manipulados. A menudo parece que se ponen delante precisamente porque quieren que la princesa les rompa el corazón. Por eso Nuria sigue adelante, aparentemente indemne y fresca como una rosa, dejando a su paso a una Nick muy furiosa que no termina de entender lo que le ha pasado.

Pero la princesa tiene un plan.

Nuria es inteligente, hedonista y pragmática. Es la primera que ve con claridad lo que nadie ha sabido ver hasta entonces: el tremendo cuelgue que tiene Álex por Nick. Sabe seducir a los profesores para que las notas que saca sean todo lo buenas que pueden ser. Cuando tenga la edad, entrará en la escuela de azafatas, cosa que no estima muy complicada. Y, a partir de ahí, será libre para volar adonde quiera. Sin promesas y sin hilos. Para encontrarse a sí misma si es que tiene que hacerlo, o para envejecer tranquila sin que nadie la juzgue.

En el fondo, los demás aman a Nuria u odian a Nuria precisamente porque saben que su belleza es preciosa ahora, que no durará para siempre; y mientras que Nuria es consciente de este hecho, el resto tiene problemas para aceptarlo.

En la casa de Nuria palpita este miedo bajo los pósteres de Backstreet Boys. Su padre, el comisario Armentera, de quien es el ojito derecho, la llamaba de pequeña su niña bonita y está dispuesto a defenderla de cualquiera que considere una amenaza para ella. Como, por ejemplo, de chonis rubias con un historial de disturbios callejeros y demasiado aficionadas a las drogas.

Datos curiosos:

  • Nuria Armentera está basada en una persona real… hasta el punto de que, en la primera versión de Un pavo rosa, llevaba su nombre y su apellido. Le cambié el nombre cuando se lo envié a las primeras editoriales y pensé: “Así seguro que basta”. Cuando tenía que entregar el manuscrito final, sufrí un repentino pánico y le cambié también el apellido. Tuve que cambiar la coña también, claro.
  • En la primera versión de Un pavo rosa, no era tan pacata con Nick ni se convertía en voz de la sensatez con ella. De hecho, le aceptaba aquel beso furtivo en la habitación. Y más. Me decepciona un poco que no ocurriera, pero es que realmente me molestaba para el argumento.
  • Para Un pavo rosa 2 consideré la posibilidad de que se hiciera novia de casi todos los personajes. Nuria es muy shippeable.
  • En el spin-off de Richi y sus hermanos también sale. Por supuesto, es la princesa. 😉
  • Sí, tengo algo con las princesas.
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