Grandes poemas de amor

Lo reconozco, todo este tema de #blumettra y el fanfic que escribí casi de broma me ha puesto romántica. De pronto tengo ganas de leer sobre amor, escribir sobre amor en todas sus versiones. Me pasa de vez en cuando.

Poemas de amor

Lo bonito de los poemas de amor es que no pasan nunca de moda. Desde los versos que nos escribíamos en la carpeta hasta las grandes composiciones románticas, todos hemos garabateado alguna vez rimas dirigidas a la persona amada. A su manera, lo hace hasta Álex en Un pavo rosa.

Sí, esto me da ternura ahora… ¡Y es algo que escribíamos en las carpetas del cole! ¡Lo sé!

Aunque yo soy mucho más narrativa que lírica (y, por tanto, tiende a gustarme la poesía más narrativa), hay ciertos poetas que me pierden, y muchos son de los que se consideran «tradicionalmente» románticos… en el sentido romántico-trágico. Por ejemplo, Gustavo Adolfo Bécquer, cuyas composiciones siguen siendo siendo top of the pops en los institutos muchos siglos después.

Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?

Gustavo Adolfo Bécquer, XXX, incluido en Rimas (1868)

También me gustan mucho los versos de amor de Federico García Lorca, como aquellos del Romancero gitano, aunque en ellos casi todos los personajes acaben fatal y los amores sean de los que duelen.

Su desnudo iluminado
se tendía en la terraza,
con un rumor entre dientes
de flecha recién clavada.
Amnón estaba mirando
la luna redonda y baja,
y vio en la luna los pechos
durísimos de su hermana.

Federico García Lorca, Thamar y Amnón (fragmento)

Una mención especial a los poetas que no son especialmente conocidos por su poesía amorosa. Por ejemplo, Edgar Allan Poe. Sí, el de El cuervo. ¿Sabéis que en el fondo lo que a él le gustaba era ser poeta? Su poema Annabel Lee me rompe el corazón, sobre todo cantado por la grandísima Stevie Nicks de Fleetwood Mac.

For the moon never beams, without bringing me dreams
   Of the beautiful Annabel Lee;
And the stars never rise, but I feel the bright eyes
   Of the beautiful Annabel Lee;
And so, all the night-tide, I lie down by the side
   Of my darling—my darling—my life and my bride,
   In her sepulchre there by the sea—
   In her tomb by the sounding sea.

Edgar Allan Poe, Annabel Lee (fragmento)

Otra que no solía hablar mucho de amor era Gloria Fuertes. Ahora que vuelve a ser trending topic gracias a ciertos libros, hay gente redescubriendo los poemas para adultos de esta escritora. Pero también se puede hablar de amor de forma implícita, como en su extraordinario poema Isla ignorada. O por su ausencia:

En las noches claras,
resuelvo el problema de la soledad del ser.
Invito a la luna y con mi sombra somos tres.

Gloria Fuertes, En las noches claras

Y, por supuesto, cabe siempre hablar del amor (o desamor) con uno mismo, como solía hacer Jaime Gil de Biedma increpando a su propia figura.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
¡Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!

Jaime Gil de Biedma, Contra Jaime Gil de Biedma (fragmento)

Y esto no es todo lo que voy a escribir sobre amor. Tengo pendiente una entrada sobre amantes famosos en la literatura y más cosas, así que dadle un poco de cancha a la Diana moñas de estas semanas. 😉

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